Las Naciones Unidas han definido 17 objetivos de desarrollo sostenible que, a su vez, constan de 169 metas concretas. Las acciones para conseguir alcanzar estas metas se desarrollarán desde el año 2015 hasta el año 2030.
El informe sienta las
bases para dibujar un
futuro equitativo, saludable y sostenible.
- – Fin de la pobreza, en cualquiera de sus formas.
- – Acabar con el hambre, conseguir seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover un modelo de agricultura sostenible.
- – Salud y bienestar para todos, en cualquier punto del planeta y para todas las edades.
- – Educación inclusiva e igualitaria. Oportunidades de formación para todos durante toda la vida.
- – Igualdad de género.
- – Asegurar la disponibilidad de agua y saneamiento en todo el mundo.
- – Asegurar el acceso a la energía, de forma segura y sostenible.
- – Promover el crecimiento económico, inclusivo, sostenible y trabajo decente para toda la humanidad.
- – Construcción de infraestructuras resistentes, promover la industrialización sostenible e inclusiva y fomentar la innovación.
- – Reducir las diferencias entre los países.
- – Convertir las ciudades y los asentamientos humanos en lugares inclusivos, seguros, resistentes y sostenibles.
- – Asegurar el consumo y los patrones de producción sostenibles.
- – Actuar de forma urgente contra el cambio climático.
- – Conservación y uso sostenible del medio marino.
- – Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres: combatir la desertificación, aplicar una gestión forestal adecuada, evitar la pérdida de biodiversidad y la degradación del suelo.
- – Promover sociedades pacíficas e inclusivas para un desarrollo social sostenible. Justicia y Gobiernos respetuosos e inclusivos para todos.
- – Fortalecer los medios necesarios para desarrollar alianzas globales para un desarrollo sostenible.
Dentro de esta nueva aprobación, también se prevén medidas de control a los
gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto por un individuo u organización.
La huella de carbono identifica la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que son liberadas a la atmósfera como consecuencia del desarrollo de cualquier actividad. Permite identificar todas las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero y establecer a partir de este conocimiento, medidas de reducción efectivas
HUELLA DE CARBONO DE PRODUCTO
Mide los gases de efecto invernadero emitidos durante todo el ciclo de vida de un producto: desde la extracción de las materias primas, pasando por el procesado y fabricación y distribución, hasta la etapa de uso y final de la vida útil (depósito, reutilización o reciclado).
HUELLA DE CARBONO DE UNA ORGANIZACIÓN
Mide la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto provenientes del desarrollo de la actividad de dicha organización.
Las emisiones asociadas a las operaciones de una organización se clasifican en directas o indirectas.
EMISIONES DIRECTAS
Son emisiones de fuentes que son propiedad de o están controladas por la organización. De una manera muy simplificada, podrían entenderse como las emisiones liberadas in situ en el lugar donde se produce la actividad, por ejemplo, las emisiones debidas al sistema de calefacción si éste se basa en la quema de combustibles fósiles.
EMISIONES INDIRECTAS
Son emisiones consecuencia de las actividades de la organización, pero que ocurren en fuentes que son propiedad de o están controladas por otra organización. Un ejemplo de emisión indirecta es la emisión procedente de la electricidad consumida por una organización, cuyas emisiones han sido producidas en el lugar en el que se generó dicha electricidad.
